martes, 14 de julio de 2015

TENGO SED!!!


 “a MI me lo hicisteis”

Durante los diez días que llevamos en Villarrica estamos ayudando en varias actividades de pastoral social que aquí se realizan.

Por las mañanas, a las 11:30 , vamos al comedor de la parroquia San Francisco de Asís donde ayudamos a Karime, Fadile, Irene y Carmen a servir comida a los más pobres de entre los pobres de Villarrica. Allí, además de ayudar sirviendo y recogiendo platos, también llevamos nuestra guitarra y animamos con diversos cantos y bailes a estos hermanos que no sólo necesitan alimento corporal, sino también cariño y alegría que les muestre esa predilección de Dios por los más pequeños.
De hecho se ve como estas personas van encontrando al Señor en estos pequeños detalles hasta el punto de servirse unos a otros por amor a Dios. Lo pude comprobar cuando bromeando le dije a Lupe que le iba a quitar el trabajo de fregar los platos para así cobrar yo los mil pesos (ficticios por supuesto) y me dijo: “yo esto no lo hago por la plata sino por amor a Dios”.

Después del almuerzo (en España comida), a las 14:30 vamos al comedor de la Divina Misericordia, donde la señora Patricia prepara platos de comida para que los más pobres los lleven a su casa y puedan comer algo por la noche. En este comedor ayudamos a preparar la comida (pelamos zanahorias, “papas”, etc.) y más tarde la servimos.
Por último, en la tarde, hacemos la llamada “ruta de los pancitos” organizada por la pastoral social de la Catedral. Consiste en ir con los voluntarios (Patricia Troncoso, Paula, Bibi, Mario, Gema…) por las casas más pobres de Villarrica repartiendo “pancitos” y un vaso de leche calentita para que puedan cenar algo y también desayunar. Cuando yo hice la ruta, me tocó con Patricia y Bibi y quedé impresionado de cómo no sólo les llevan la cena,  sino que ayudan a las personas que visitan a ver el amor tan grande que Dios les tiene, que nunca les abandona, y no sólo hacen una gran labor social sino que en ella Cristo es el centro. De hecho ayer pidieron al “padre Charlie” que les acompañase para poder confesar y dar la comunión a los más enfermos. Gesto que recuerda a lo dicho por Pedro en Hechos de los apóstoles: “no tengo oro ni plata mas lo que tengo te doy”. CRISTO.

Además de todas estas actividades, el miércoles pasado tuvimos Eucaristía en la cárcel con algunos presos que quisieron unirse. Fue precioso ver con que humildad se acercaban al Señor, sabiéndose pequeños pero infinitamente amados por un Dios que ha dado su vida sin esperar a que seamos perfectos. Se podía palpar la actitud del publicano en el templo orando a Dios desde su miseria y yo a su vez podía sentirme como ese fariseo que tantas veces quiere apoyarse en sus buenas obras en lugar de verse pequeño ante Dios que nos hace grandes.
Igualmente fuimos con la Virgen peregrina de Fátima a visitar a los enfermos del sector de “los santos” que no pudieron venir a las actividades allí organizamos. Y también, el martes, fuimos a llevar a Cristo al colegio “don Orione” de discapacitados psíquicos haciendo carne en nosotros las palabras del Señor “dejad que los niños se acerquen a mí”. Allí hicimos varios juegos y quedamos todos encantados con la sencillez, el cariño y la alegría de todos esos pequeños que son tan preciosos para nuestro Padre. 
Estas actividades que vamos realizando ayudan a ver a ese Cristo Vivo que en los más pobres de entre los pobres te grita  “¡¡¡TENGO SED!!! Tengo sed de ti, de que te entregues de veras, que me ames en todo lo que hagas, especialmente en estos mis pequeños hermanos pues lo que hicisteis a estos mis humildes hermanos A MI ME LO HICISTEIS” 

 #MisiónChile2015