“a MI me lo hicisteis”
Durante los diez días que llevamos
en Villarrica estamos ayudando en varias actividades de pastoral social que aquí
se realizan.
Por las mañanas, a las 11:30 ,
vamos al comedor de la parroquia San Francisco de Asís donde ayudamos a Karime,
Fadile, Irene y Carmen a servir comida a los más pobres de entre los pobres de
Villarrica. Allí, además de ayudar sirviendo y recogiendo platos, también llevamos
nuestra guitarra y animamos con diversos cantos y bailes a estos hermanos que
no sólo necesitan alimento corporal, sino también cariño y alegría que les
muestre esa predilección de Dios por los más pequeños.
De hecho se ve como estas
personas van encontrando al Señor en estos pequeños detalles hasta el punto de
servirse unos a otros por amor a Dios. Lo pude comprobar cuando bromeando le
dije a Lupe que le iba a quitar el trabajo de fregar los platos para así cobrar
yo los mil pesos (ficticios por supuesto) y me dijo: “yo esto no lo hago por la
plata sino por amor a Dios”.
Después del almuerzo (en España
comida), a las 14:30 vamos al comedor de la Divina Misericordia, donde la
señora Patricia prepara platos de comida para que los más pobres los lleven a
su casa y puedan comer algo por la noche. En este comedor ayudamos a preparar
la comida (pelamos zanahorias, “papas”, etc.) y más tarde la servimos.
Por último, en la tarde, hacemos
la llamada “ruta de los pancitos” organizada por la pastoral social de la
Catedral. Consiste en ir con los voluntarios (Patricia Troncoso, Paula, Bibi,
Mario, Gema…) por las casas más pobres de Villarrica repartiendo “pancitos” y
un vaso de leche calentita para que puedan cenar algo y también desayunar. Cuando
yo hice la ruta, me tocó con Patricia y Bibi y quedé impresionado de cómo no sólo
les llevan la cena, sino que ayudan a
las personas que visitan a ver el amor tan grande que Dios les tiene, que nunca
les abandona, y no sólo hacen una gran labor social sino que en ella Cristo es
el centro. De hecho ayer pidieron al “padre Charlie” que les acompañase para
poder confesar y dar la comunión a los más enfermos. Gesto que recuerda a lo
dicho por Pedro en Hechos de los apóstoles: “no tengo oro ni plata mas lo que
tengo te doy”. CRISTO.
Además de todas estas
actividades, el miércoles pasado tuvimos Eucaristía en la cárcel con algunos
presos que quisieron unirse. Fue precioso ver con que humildad se acercaban al
Señor, sabiéndose pequeños pero infinitamente amados por un Dios que ha dado su
vida sin esperar a que seamos perfectos. Se podía palpar la actitud del
publicano en el templo orando a Dios desde su miseria y yo a su vez podía sentirme
como ese fariseo que tantas veces quiere apoyarse en sus buenas obras en lugar
de verse pequeño ante Dios que nos hace grandes.
Estas actividades que vamos
realizando ayudan a ver a ese Cristo Vivo que en los más pobres de entre los
pobres te grita “¡¡¡TENGO SED!!! Tengo sed
de ti, de que te entregues de veras, que me ames en todo lo que hagas,
especialmente en estos mis pequeños hermanos pues lo que hicisteis a estos mis
humildes hermanos A MI ME LO HICISTEIS”
#MisiónChile2015