
¡Hola otra vez! Quiero dar las gracias por las oraciones, no es por cumplir, se están notando de veras. Dicho esto vamos a recopilar el día de ayer, 16 de Julio de 2015. Celebramos a la Virgen del Carmen, patrona de Chile, por eso fuimos a una capilla dedicada a esta advocación. Está ubicada en una comunidad rural en "Huincacara" que nos han dicho que significa "cara de extranjero" así que sin saberlo era un sitio apropiado para nosotros. Fuimos cómo tantas veces en el coche sin saber qué es lo que nos deparaba. Nos dirigíamos por un camino que la señal nos indicaba. Continuamos por el camino viendo el paisaje. Avanzamos por el camino preguntando a la gente donde estaba la capilla. Seguimos...y seguimos...y seguimos...y nos encontramos con la nieve. Empezamos a sospechar que nos habíamos perdido y efectivamente, nos habíamos perdido. Sin cobertura y con la nieve bajo las ruedas. Ya con poca esperanza de encontrar la capilla regresamos por el mismo camino volviendo a preguntar a alguna persona que encontramos. Nos indicaron que podía haber una capilla en unos cuantos kilómetros. Y en un momento uno de nosotros vio un cartel pequeño que casi se caía y SÍ era la capilla de la Virgen del Carmen. Ya nos desviamos y llegamos a nuestro destino.

Nos acogieron desde el primer momento con mucho cariño y pudimos observar que era gente sencilla pero que vivía la fe con mucha naturalidad y alegría. Más tarde fuimos a la parte trasera de la capilla y tuvimos un compartir fraterno. Uno se da cuenta, paradójicamente, que por lo general el que menos tiene es el que más da y el que más tiene menos ofrece. Se aprende que lo importante no es tener mucho sino ofrecer lo que cada uno puede, y al mismo tiempo, que lo importante en una comunidad es cuidarse el uno al otro, conocerse, preocuparse, trabajar para que la comunidad crezca y rezar unos por otros.

Otra vez se puede decir que “hay más alegría en dar que en recibir” (Hch 20, 35).