Del 20 al 23 de julio hemos estado en Cunco, misionando en la
parroquia de la Inmaculada Concepción. Allí fuimos acogidos afectuosamente por
el padre Jorge que durante esos días se desvivió para hacernos sentir como en casa.
Nuestra actividad se centró en el barrio de Las Dehesas, que se
encuentra a las afueras de la población. Fuimos casa por casa invitando a los
vecinos a la celebración de la Eucaristía el jueves y a los jóvenes y niños a
asistir antes a un partido de fútbol. La respuesta de los vecinos fue muy
generosa, juntándonos un buen número en la celebración de Eucaristía y en el
ágape posterior. Además, también, colaboramos con la pastoral de la salud yendo
al hospital y a dos residencias de ancianos.
No querría terminar sin mencionar a las Hermanas de la Santa
Cruz, que nos acogieron en su comunidad con mucha alegría, así como el
ejemplo de celo apostólico del padre Jorge que nos enseñó una nueva pastoral,
la pastoral culinaria que consiste en tener todas las reuniones parroquiales
alrededor de una colación liviana, o sea un buen asado.